Entre otras, las orientaciones que se a da al profesorado son:
- Acoplar las exigencias a las posibilidades de la alumna.
- Simplificar las instrucciones sobre las tareas.
- Establecer el periodo de tiempo durante el cual la alumna pueda actualmente mantener su atención centrada en la tarea.
- Seleccionar el nivel de dificultad de las actividades con el fin de que no se produzca la frustración y el abandono.
- Segmentar las tareas complejas en fases.
- Evitar hacer comentarios sobre conductas indicativas de falta de atención hacia las tareas, como: “estas en las nubes”, “no estás atendiendo a tu trabajo”… es preferible dar al alumno claves verbales discriminativas que le instiguen a reflexionar sobre su forma de comportarse, “recuerda qué es lo que tenias que hacer”, “¿Estás terminando ya tu trabajo?”.
- Enseñar y motivar al alumno para que aplique las autoinstrucciones a las actividades que resulten apropiadas para ello.
- Utilización de la agenda escolar.
- Implementar un sistema de puntos.
- Mantener contacto ocular durante la explicación de los temas y plantear preguntas durante las explicaciones.
Una vez finalizado todo el proceso convocamos a la familia (acuden el padre y la madre) para informarles del diagnóstico y su forma de proceder en el centro. También se dan instrucciones a los padres para el trabajo en casa con ella.
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