El Practicum me ha dado la oportunidad de producir en un contexto real todo lo estudiado durante estos semestres, poniéndome en la piel del orientador y adaptándome a sus características, viendo desde dentro y no desde el aula, como lo había hecho hasta ahora, el trabajo tan importante que desarrolla el orientador.
Durante este tiempo he tenido que analizar distintos contextos, investigar, observar, diagnosticar… para concluir con esta rica y apasionante experiencia.
He seguido las fases como las tenía planificadas en el proyecto, con alguna modificación. Entre estas, destaco el asesoramiento a profesores, que en un principio sólo contaba con casos específicos y al final ha ido enfocado a toda la comunidad educativa, que me ha apoyado y valorado mi trabajo.
En ocasiones, la tarea era difícil, sobre todo cuando no tenía a mi tutora al lado para ayudarme. En cambio en otras era gratificante, es el caso de la ayuda recibida y dada a mis compañeros.
La experiencia me deja convencida de la importancia de la figura del orientador y lo importante que es su presencia (que tendría que ser a diario) en el centro educativo, asesorando a profesores, alumnos y familias y no viéndose desbordados por la cantidad de pruebas que tienen que pasar y el poco tiempo del que disponen para ello.
Sin duda estas prácticas han sido muy gratificantes y una experiencia de las que dejan huella y te enganchan para continuar trabajando en “este mundillo” tan apasionante.
Lo que más me ha costado es mantener el blog actualizado al mismo tiempo que iba desarrollando las prácticas y cursaba además otras asignaturas, os pido mil disculpas.
Para finalizar agradecer a todas las personas que me han ayudado en el trascurso de mis prácticas: tutora, compañeros, alumnos…., que me han dado todo tipo de facilidades. Por todo ello, muchas gracias a todos.
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